sábado, 13 de junio de 2009


Cuando aterricé en aquel lugaruna madrugada, cielo de cristal, alguien me enseñó la realidad, un mundo que escapa para no reventar. Somos como barcos de papel mojado, navegando en medio de un amanecer nublado, esperando que la luna nos rescate, fabricando una atmósfera de aire. Voy a construir una ciudad para que podamos escapar de esta niebla gris que viene detrás antes de que sea tarde. Cuando me largué escuche una voz, un pájaro sin alas me decía adiós, yo me pregunte si en el guión alguien nos depara un futuro mejor. Somos como aviones de cristal de murano que se rompen al aterrizar, en mil pedazos, esperando que la luna nos rescate, fabricando una atmósfera de aire. Y es que no me puedo quedar sentado mirando como muere mi planeta, pero se que nunca voy a poder salvarlo, por eso voy haciendo las maletas

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